Lenguaje auditivo

Hace unas semanas fui al cine para ver la nueva película de Christopher Nolan, Dunkerque, (2017). Las expectativas que tenía puestas en ella eran altas, pues todas las películas de este autor me habían encantado. No fue una excepción y salí muy satisfecho de la función, aunque satisfacción no fue el único sentimiento que me provocó. Tensión. Salí agarrotado de la sala de cine, como si algo me hubiera hecho estar más atento. Nolan y su equipo mediante recursos audiovisuales habían provocado esa reacción en mí.

Es la psicología de la música y el sonido en el cine, aquella que según el carácter que contenga, te hará reír, llorar, asustarte o mantenerte atento en todo momento. En Dunkerque se puede apreciar como los sonidos de los disparos, cañonazos, golpes... están aumentados. Cada vez que escuchaba un disparo pegaba un salto en mi butaca como si la bala hubiese pasado a mi lado. Recursos que los cineastas utilizan para provocar emociones en el espectador, como también la utilización de bandas sonoras lo son. En el caso de BSO de la película de Nolan, para mí, pasó desapercibida, pero seguro que en mi subconsciente sirvió para adentrarme en la trama.

Alfred Hitchcock y Janet Leight para Psicosis (Psycho), (1960)
Son muchos los ejemplos que se pueden encontrar en la gran pantalla.  Alfred Hitchcock, nunca quiso incluir música a la famosa escena de Psicosis, (1960) y que tan buen resultado dio. El momento de la película de J.A. Bayona Un monstruo viene a verme, (2016), donde hay dos minutos sin audio que reflejan lo angustioso de la escena y llegan a dejar sin respiración al público asistente; el silencio de las películas de Scorsese que te adentran por completo en la trama o la música de órgano de Interestellar de Christopher Nolan, (2014), que en ocasiones alcanza unos niveles estridentes que representan el clímax de la acción. Un mecanismo que el cine y concretamente Nolan y su equipo utilizan es la llamada "escala de Shepard" que provoca una ilusión auditiva en el espectador, que escucha sonidos que no están presentes en el estímulo, un sonido imposible que engaña al cerebro. 
«Un sonido nunca debe acudir en auxilio de una imagen, ni una imagen en auxilio del sonido [...] La imagen y el sonido no tienen que prestarse ayuda, sino que han de trabajar cada uno a su vez por una suerte de relevo» (Robert Bresson)

En esta entrada se utiliza al cine como medio de exposición de la importancia que tiene el sonido en el factor psicológico del ser humano. Pero si trasladamos o comparamos esta teoría a otros ámbitos de la vida, nos damos cuenta que el papel de las percepciones auditivas, sigue siendo vital para cada uno de nosotros y nos afecta al día a día y a la hora de tomar decisiones o de actuar. Todo aquello que escuchamos repercute en nuestro comportamiento de una forma u otra: la opinión de un conocido (escuchar a un familiar alabar unos principios durante toda la vida y aplicarlo a la tuya), gritos, llantos, risas, un perro que ladra, la forma en la que el locutor celebra el gol de tu equipo... El sonido siempre ha estimulado nuestra mente y ha hecho que recordemos y nos emocionemos. Si llevásemos muchos años viviendo en una gran ciudad y nos pusiéramos unos auriculares con sonidos de un bosque o de un río, seguramente, eso causase en nosotros un sentimiento de anhelo.
«Podemos cerrar los ojos, pero no los oídos», (Nanette Nielsen, musicóloga e investigadora de la Universidad de la Oslo).
Interestellar, Christopher Nolan (2014)

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